I
1
Aqui me pongo a cantar
Al compas de la
vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena estraordinaria
Como la
ave solitaria
Con el cantar se consuela.
2
Pido a los Santos del Cielo
Que ayuden mi
pensamiento;
Les pido en este momento
Que voy a cantar mi historia
Me
refresquen la memoria
Y aclaren mi entendimiento.
3
Vengan Santos milagrosos,
Vengan todos en mi ayuda,
Que
la lengua se me añuda
Y se me turba la vista;
Pido a Dios que me
asista
En una ocasión tan ruda.
4
Yo he visto muchos cantores,
Con famas bien obtenidas,
Y
que después de adquiridas
No las quieren sustentar:
Parece que sin
largar
Se cansaron en partidas.
5
Mas ande otro criollo pasa
Martin fierro ha de
pasar,
Nada la hace recular
Ni las fantasmas lo espantan;
Y dende que
todos cantan
Yo también quiero cantar.
6
Cantando me he de morir
Cantando me han de enterrar,
Y
cantando he de llegar
Al pie del eterno padre:
Dende el vientre de mi
madre
Vine a este mundo a cantar.
7
Que no se trabe mi lengua
Ni me falte la palabra:
El
cantar mi gloria labra
Y poniéndome a cantar,
Cantando me han de
encontrar
Aunque la tierra se abra.
8
Me siento en el plan de un bajo
A cantar un
argumento:
Como si soplara el viento
Hago tiritar los pastos;
Con oros,
copas y bastos
Juega allí mi pensamiento.
9
Yo no soy cantor letrao,
Mas si me pongo a cantar
No
tengo cuándo acabar
Y me envejezco cantando:
Las coplas me van
brotando
Como agua de manantial.
10
Con la guitarra en la mano
Ni las moscas se me
arriman,
Naides me pone el pie encima,
Y cuando el pecho se
entona,
Hago gemir a la prima
Y llorar a la bordona.
11
Yo soy toro en mi rodeo
Y torazo en rodeo
ajeno;
Siempre me tuve por güeno
Y si me quieren probar,
Salgan otros a
cantar
Y veremos quién es menos
12
No me hago al lao de la güeya
Aunque vengan
degollando,
Con los blandos yo soy blando
Y soy duro con los duros,
Y
ninguno en un apuro
Me ha visto andar tutubiando.
13
En el peligro, !qué Cristos!
El corazón se me
enancha,
Pues toda la tierra es cancha,
Y de eso naides se asombre:
El
que se tiene por hombre
Ande quiere hace pata ancha.
14
Soy gaucho, y entiendaló
Como mi lengua lo
esplica:
Para mi la tierra es chica
Y pudiera ser mayor;
Ni la víbora
me pica
Ni quema mi frente el sol.
15
Nací como nace el peje
En el fondo de la mar;
Naides me
puede quitar
Aquello que Dios me dió
Lo que al mundo truje yo
Del mundo
lo he de llevar.
16
Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del
cielo:
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir,
Y naides
me ha de seguir
Cuando yo remuento el vuelo.
17
Yo no tengo en el amor
Quien me venga con
querellas;
Como esas aves tan bellas
Que saltan de rama en rama,
Yo
hago en el trébol mi cama,
Y me cubren las estrellas.
18
Y sepan cuantos escuchan
De mis penas el relato,
Que
nunca peleo ni mato
Sino por necesidá,
Y que a tanta alversidá
Solo me
arrojó el mal trato
19
Y atiendan la relación
Que hace un gaucho
perseguido,
Que padre y marido ha sido
Empeñoso y diligente,
Y sin
embargo la gente
Lo tiene por un bandido.
II
20
Ninguno me hable de penas,
Porque yo penado
vivo,
Y naides se muestre altivo
Aunque en el estribo esté:
Que suele
quedarse a pie
El gaucho mas alvertido.
21
Junta esperencia en la vida
Hasta pa dar y
prestar
Quien la tiene que pasar
Entre sufrimiento y llanto,
Porque
nada enseña tanto
Como el sufrir y el llorar.
22
Viene el hombre ciego al mundo,
Cuartiandolo la
esperanza,
Y a poco andar ya lo alcanzan
Las desgracias a empujones,
!
La pucha, que trae liciones
El tiempo con sus mudanzas!
23
Yo he conocido esta tierra
En que el paisano vivía
Y
su ranchito tenía
Y sus hijos y mujer...
Era una delicia el ver
Como
pasaba sus días.
24
Entonces... cuando el lucero
Brillaba en el cielo
santo,
Y los gallos con su canto
Nos decian que el día llegaba,
A la
cocina runbiaba
El gaucho... que un encanto.
25
Y sentao junto al jogón
A esperar que venga el día,
Al
cimarrón le prendía
Hasta ponerse rechoncho,
Mientras su china
dormía
Tapadita con su poncho.
26
Y apenas la madrugada
Empesaba coloriar,
Los pájaros a
cantar,
Y las gallinas a apiarse,
Era cosa de largarse
Cada cual a
trabajar.
27
Este se ata las espuelas,
Se sale el otro cantando,
Uno busca un péllon blando,
Este un lazo, otro un rebenque,
Y los
pingos relinchando
Los llaman dende el palenque.
28
El que era pion domador
Enderezaba al corral,
Ande
estaba el animal
Bufidos que se las pela ...
Y mas malo que su
agüela,
Se hacia astillas el bagual.
29
Y alli el gaucho inteligente,
En cuanto el potro
enriendó,
Los cueros le acomodó
Y se le sentó en seguida,
Que el hombre
muestra en la vida
La astucia que Dios le dió.
30
Y en las playas corcoviando
Pedazos se hacía el
sotreta
Mientras él por las paletas
Le jugaba las lloronas,
Y al ruido
de las caronas
Salía haciendo gambetas.
31
!Ah,tiempos!... !Si era un orgullo
Ver jinetear un
paisano!
Cuando era gaucho baquiano,
Aunque el potro se boliase,
No
había uno que no parese
Con el cabresto en la mano.
32
Y mientras domaban unos,
Otros al campo salían
Y la
hacienda recogían,
Las manadas repuntaban,
Y ansí sin sentir pasaban
Entretenidos el día.
33
Y verlos al cair la tarde
En la cocina riunidos,
Con el
juego bien prendido
Y mil cosas que contar,
Platicar muy
divertidos
Hasta después de cenar.
34
Y con el buche bien lleno
Era cosa superior
Irse en
brazos del amor
A dormir como la gente,
Pa empezar el día siguiente
Las
fainas del día anterior.
35
Ricuerdo !qué maravilla!
Cómo andaba la
gauchada
Siempre alegre y bien montada
Y dispuesta pa el
trabajo...
Pero hoy en día...!barajo!
No se la ve de
aporriada.
36
El gaucho más infeliz
Tenía tropilla de un pelo,
No le
faltaba un consuelo
Y andaba la gente lista...
Teniendo al campo la
vista,
Solo vía hacienda y cielo.
37
Cuando llegaban las yerras,
!Cosa que daba calor!
Tanto
gaucho pialador
Y tironiador sin yel.
!Ah, tiempos... pero si en él
Se
ha visto tanto primor!
38
Aquello no era trabajo,
Mas bien era una junción,
Y
después de un güen tirón
En que uno se daba mana,
Pa darle un trago de
cana
Solía llamarlo el patrón.
39
Pues vivía la mamajuana
Siempre bajo la carreta,
Y
aquel que no era chancleta,
En cuanto el goyete vía,
Sin miedo se le
prendía
Como güerfano a la teta.
40
!Y qué jugadas se armaban
Cuando estábamos
riunidos!
Siempre íbamos prevenidos,
Pues en tales ocasiones
A ayudarle
a los piones
Caiban muchos comedidos.
41
Eran los días del apuro
Y alboroto pa el hembraje,
Pa
preparar los potajes
Y osequiar bien a la gente,
Y así, pues, muy
grandemente,
Pasaba siempre el gauchaje.
42
Vení,a la carne con cuero,
La sabrosa
carbonada,
Mazamorra pien pisada,
Los pasteles y el güen
vino...
Pero ha querido el destino
que todo aquello
acabara.
43
Estaba el gaucho en su pago
Con toda siguridá,
Pero
aura... !barbaridá!,
La cosa anda tan fruncida,
Que gasta el pobre la
vida
En juir de la autoridá.
44
Pues si usté pisa en su rancho
Y si el alcalde lo
sabe,
Lo caza lo mesmo que ave
Aunque su mujer aborte...
!No hay tiempo
que no se acabe
Ni tiento que no se corte!.
45
Y al punto dése por muerto
Si el alcalde lo bolea,
Pues
ahí nomas se le apea
Con una felpa de palos;
Y despues dicen que es
malo
El gaucho si los pelea.
46
Y el lomo le hinchan a golpes,
Y le rompen la cabeza,
Y
luego con ligereza,
Ansí lastimao y todo,
Lo amarran codo a codo
Y pa
el cepo lo enderiezan.
47
Ahi comienzan sus desgracias,
Ahi principia el
pericón,
Porque ya no hay salvación,
Y que usté quiera o no quiera,
Lo
mandan a la frontera
O lo echan a un batallón.
48
Ansí empezaron mis males
Lo mesmo que los de tantos;
Si
gustan... en otros cantos
Les diré lo que he sufrido:
Despues que uno
está... perdido
No lo salvan ni los santos.
49
Tuve en mi pago en un tiempo
Hijos, hacienda y
mujer,
Pero empecé a padecer,
Me echaron a la frontera,
!Y que iba a
hallar al volver!
Tan solo allé la tapera.
50
Sosegao vivía en mi rancho
Como el pájaro en su
nido,
Allí mis hijos queridos
Iban creciendo a mi lao...
Sólo queda al
desgraciao
Lamentar el bien perdido.
51
Mi gala en las pulperías
Era, en habiendo mas
gente,
ponerme medio caliente,
Pues cuando puntiao me encuentro
Me
salen coplas de adentro
como agua de la virtiente.
52
Cantando estaba una vez
En una gran diversión,
Y
aprovecho la ocasión
Como quiso el Juez de Paz...
Se presentó, y ahi
nomás
Hizo arriada en montón.
53
Juyeron los más matreros
Y lograron escapar:
Yo no
quise disparar,
Soy manso y no había porqué,
Muy tranquilo me quedé
Y
ansi me dejé agarrar
54
Allí un gringo con un órgano
Y una mona que
bailaba,
Haciéndonos rair estaba,
Cuanto le tocó el arreo,
!Tan grande
el gringo y tan feo,
Lo viera cómo lloraba!.
55
Hasta un inglés zanjiador
Que decía en la última
guerra
Que él era de Inca-la-perra
Y que no queria servir,
Tambien tuvo
que juir
A guarecerse en la sierra.
56
Ni los mirones salvaron
De esa arriada de mi flor,
Fué
acoyarao el cantor
Con el gringo de la mona,
A uno solo, por
favor,
Logró salvar la patrona.
57
Formaron un contingente
Con los que del baile
arriaron,
Con otros nos mesturaron,
Que habían agarrao también,
Las
cosas que aquí se ven
Ni los diablos las pensaron.
58
A mí el Juez me tomó entre ojos
En la ultima
votación:
Me le había hecho el remolón
Y no me arrimé ese día,
Y él
dijo que yo servía
A los de la esposición.
59
Y ansí sufrí ese castigo
Tal vez por culpas ajenas,
Que
sean malas o sean güenas
Las listas, siempre me escondo:
Yo soy un gaucho
redondo
Y esas cosas no me enllenan.
60
Al mandarnos nos hicieron
Mas promesas que a un
altar,
El Juez nos jué a proclamar
Y nos dijo muchas veces:
Muchachos,
a los seis meses
Los van a ir a relevar.
61
Yo llevé un moro de número
!Sobresaliente el
matucho!
Con él gané en Ayacucho
Mas plata que agua bendita:
Siempre el
gaucho necesita
Un pingo pa fiarle un pucho.
62
Y cargué sin dar mas güeltas
Con las prendas que
tenía:
Jergas, ponchos, todo cuanto había
En casa, tuito lo alcé:
A mi
china la dejé
Medio desnuda ese día.
63
No me falta una guasca
-Esa ocasión eche el
resto-,
Bozal,maniador, cabresto,
Lazo, bolas y manea...
!El que hoy
tan pobre me vea
Tal vez no creerá todo esto!.
64
Ansí en mi moro, escarciando,
Enderecé a la
frontera.
!Aparcero si uste viera
Lo que se llama cantón!...
Ni envidia
tengo al ratón
En aquella ratonera.
65
De los pobres que allí había
A ninguno lo largaron,
Los
más viejos rezongaron,
Pero a uno que se quejó
En seguida lo
estaquiaron,
Y la cosa se acabó.
66
En la lista de la tarde
El jefe nos cantó el
punto
diciendo: -Quinientos juntos
Llevará el que se resierte;
Lo
haremos pitar del juerte,
Mas bien dése por dijunto-.
67
A naides le dieron armas,
Pues toditas las que había
El
Coronel las tenía,
Sigun dijo esa ocasión,
Pa repartirlas el día
En que
hubiera una invasión.
68
Al principio nos dejaron
De haraganes criando
sebo,
Pero después... no me atrevo
A decir lo que pasaba...
!Barajo!...
si nos trataban
Como se trata a malevos.
69
Porque todo era jugarle
Por los lomos con la espada,
Y
aunque usté no hiciera nada,
Lo mesmito que en palermo,
Le daban cada
cepiada
Que lo dejaban enfermo.
70
!Y que indios, ni que servicio;
Si allí no había ni
cuartel!
Nos mandaba el Coronel
A trabajar en sus chacras,
Y dejábamos
las vacas
que las llevara el infiel.
71
Yo primero sembré trigo
Y después hice un corral,
Corté
adobe pa un tapial,
Hice un quincho, corté paja...
!La pucha que se
trabaja
Sin que le larguen un rial!.
72
Y es lo pior de aquel enriedo
Que si uno anda hinchando el
lomo
Se le apean como un plomo...
!Quién aguanta aquel infierno!
Si eso
es servir al gobierno,
A mi no me gusta el cómo.
73
Más de un año nos tuvieron
En esos trabajos duros;
Y
los indios, le asiguro
Dentraban cuando querían:
Como no los
perseguían,
Siempre andaban sin apuro.
74
A veces decía al volver
Del campo la descubierta
Que
estuvieramos alerta,
Que andaba adentro la indiada,
Porque había una
rastrillada
O estaba una yegua muerta.
75
Recién entonces salía
La orden de hacer la riunión,
Y
caibamos al cantón
En pelos y hasta enancaos,
Sin armas, cuatro
pelaos
Que ibamos a hacer jabón.
76
Ahi empezaba el afán
-Se entiende, de puro vicio-
De
enseñarle el ejercicio
A tanto gaucho recluta,
Con un estrutor... !que...
bruta!
Que nunca sabía su oficio.
77
Daban entonces las armas
Pa defender los cantones,
Que
eran lanzas y latones
Con ataduras de tiento...
Las de juego no las
cuento
Porque no había municiones.
78
Y un sargento chamuscao
Me contó que las tenían
Pero
que ellos la vendían
Para cazar avestruzes;
Y asi andaban noche y
día
Déle bala a los ñanduses.
79
Y cuando se iban los indios
Con lo que habían
manotiao,
salíamos muy apuraos
A perseguirlos de atrás;
Si no se
llevaban más
Es porque no habían hallao.
80
Allí sí, se ven desgracias
Y lágrimas y
afliciones;
Naides le pida perdones
Al indio: pues donde dentra,
Roba y
mata cuanto encuentra
Y quema las poblaciones.
81
No salvan de su juror
Ni los pobres angelitos;
Viejos,
mozos y chiquitos
Los mata del mesmo modo:
Que el indio lo arregla
todo
con la lanza y con gritos.
82
Tiemblan las carnes al verlo
volando al viento la
cerda,
La rienda en la mano izquierda
Y la lanza en la derecha;
ande
enderieza habre brecha
Pues no hay lanzazo que pierda.
83
Hace trotiadas tremendas
Desde el fondo del
desierto;
Ansí llega medio muerto
De hambre, de sé y de fatiga;
Pero el
indio es una hormiga
Que día y noche esta despierto.
84
Sabe manejar las bolas
Como naides las maneja;
Cuanto
el contrario se aleja,
Manda una bola perdida,
Y si lo alcanza, sin
vida
Es siguro que lo deja.
85
Y el indio es como tortuga
De duro para
espichar;
Si lo llega a destripar
Ni siquiera se le encoge;
luego sus
tripas recoge,
Y se agacha a disparar.
86
Hacían el robo a su gusto
Y después se iban de
arriba;
Se llevaban las cautivas,
Y nos contaban que a veces
Les
descarnaban los pieces,
A las pobrecitas, vivas.
87
!Ah! !si partía el corazón
Ver tantos males,
canejo!
Los perseguíamos de lejos
Sin poder ni galopiar;
!Y qué
habíamos de alcanzar
En unos vichocos viejos!
88
Nos volvíamos al cantón
A las dos o tres
jornadas,
Sembrando las caballadas;
Y pa que alguno la
venda,
Rejuntábamos la hacienda
Que habían dejao rezagada.
89
Una vez entre otras muchas,
Tanto salir al botón,
Nos
pegaron un malón
Los indios y una lanciada,
Que la gente
acobardada
Quedó dende esa ocasión.
90
Habían estao escondidos
Aguaitando atrás de un
cerro...
!Lo viera a su amigo Fierro
Aflojar como un blandito!
Salieron
como maiz frito
En cuanto sonó un cencerro.
91
Al punto nos dispusimos
aunque ellos eran bastantes;
La
formamos al instante
Nuestra gente, que era poca,
Y golpiándose en la
boca
hicieron fila adelante.
92
Se vinieron en tropel
Haciendo temblar la tierra.
No
soy manco pa la guerra
Pero tuve mi jabón,
Pues iba en un redomón
Que
habia boleao en la sierra.
93
!Que vocerío! !Que barullo!
!que apurar esa carrera!
la
indiada todita entera
dando alaridos cargó,
!Jue pucha!... y ya nos
sacó
Como yeguada matrera.
94
!Que fletes traiban los bárbaros!
!Como una luz de
ligeros!
Hicieron el entrevero
Y en aquella mezcolanza,
Este quiero,
éste no quiero,
Nos escogían con la lanza.
95
Al que le daban un chuzazo,
Dificultoso es que sane.
En
fin, para no echar panes,
Salimos por esas lomas,
lo mesmo que las
palomas
Al juir de los gavilames.
96
!Es de almirar la destreza
Con que la lanza manejan!
De
perseguir nunca dejan,
Y nos traiban apretaos.
!Si queríamos, de
apuraos,
Salirnos por las orejas!
97
Y pa mejor de la fiesta
En esa aflición tan suma,
Vino
un indio echando espuma,
Y con la lanza en la mano,
Gritando: -Acabáu
critiano,
metáu el lanza hasta el pluma.-
98
Tendido en el costillar,
Cimbrando por sobre el
brazo
Una lanza como un lazo,
Me atropelló dando gritos:
Si me
descuido... el maldito
Me levanta de un lanzazo.
99
Si me atribulo o me encojo,
Siguro que no me
escapo:
Siempre he sido medio guapo,
Pero en aquella ocasión
Me hacia
buya el corazón
Como la garganta al sapo.
100
Dios le perdone al salvaje
Las ganas que me
tenía...
Desaté las tres marías
Y lo engatusé a cabriolas...
!Pucha...!
si no traigo bolas
Me achura el indio ese día.
101
Era el hijo de un cacique,
Sigun yo lo averigüé;
La
verdá del caso jué
Que me tuvo apuradazo,
Hasta que por fin de un
bolazo
Del caballo lo bajé.
102
Ahi no más me tiré al suelo
Y lo pisé en las
paletas;
Empezó a hacer morisquetas
Y a mezquinar la garganta...
Pero
yo hice la obra santa
De hacerlo estirar la jeta.
103
Allí quedó de mojón
Y en su caballo salté;
De la
indiada disparé,
Pues si me alcanza me mata,
Y al fin me les
escapé,
con el hilo de una pata.
IV
104
Seguiré esta relación,
Aunque pa chorizo es
largo:
El que pueda hágase cargo
Como andaría de matrero,
Después de
salvar el cuero
De aquel trance tan amargo.
105
Del sueldo nada les cuento,
Porque andaba
disparando;
Nosotros de cuando en cuando
Solíamos ladrar de
pobres:
Nunca llegaban los cobres
Que se estaban
aguardando.
106
Y andábamos de mugrientos
Que el mirarnos daba
horror;
Les juro que era un dolor
Ver esos hombres,!por cristo!
En mi
perra vida he visto
Una miseria mayor.
107
Yo no tenía ni camisa
Ni cosa que se parezca;
Mis
trapos solo pa yesca
Me podían servir al fin...
No hay plaga como un
fortín
Para que el hombre padesca.
108
Poncho, jergas, el apero,
Las prenditas, los
botones,
Todo, amigo, en los cantones
Jué quedando poco a poco;
Ya me
tenían medio loco
La pobreza y los ratones.
109
Sólo una manta peluda
Era cuanto me quedaba
La había
agenciao a la tabla
Y ella me tapaba el bulto;
Yaguané que alli
ganaba
No salía... ni con indulto.
110
Y pa mejor hasta el moro
Se me jué de entre las
manos;
No soy lerdo... pero, hermano,
Vino el Comendante un
día
Diciendo que lo quería
-Pa enseñarle a comer grano.-
111
Afigúrese cualquiera
La suerte de este su amigo,
A pie
y mostrando el umbligo,
Estropiao, pobre y desnudo;
Ni por castigo se
pudo
Hacerse más mal conmigo.
112
Ansí pasaron los meses,
Y vino el año siguiente,
Y las
cosas igualmente
Siguieron del mesmo modo:
Adrede parece todo
Pa
atormentar a la gente.
113
No teníamos mas permiso,
Ni otro alivio la
gauchada,
Que salir de madrugada,
Cuando no habia indio ninguno,
Campo
ajuera a hacer boliadas
Desocando los reyunos.
114
Y cáibamos al cantón
Con los fletes aplastaos,
Pero a
veces medio aviaos
Con plumas y algunos cueros,
Que pronto con el
pulpero
Los teníamos negociaos.
115
Era un amigo del jefe
Que con un boliche estaba;
Yerba
y tabaco nos daba
Por la pluma de avestruz,
Y hasta le hacía ver la
luz
Al que un cuero le llevaba.
116
Solo tenía cuatro frascos
Y unas barricas vacías,
Y a
la gente le vendía
Todo cuanto precisaba...
Algunos creiban que
estaba
Allí la proveduría.
117
!Ah, pulpero habilidoso!
Nada le solia
faltar.
!Ahijuna!, para tragar
Tenía un buche de ñandú;
La gente le dió
en llamar
-El boliche de virtú.-
118
Aunque es justo que quien vende
Algún poquito
muerda,
Tiraba tanto la cuerda
Que, con sus cuatro limetas
El cargaba
las carretas
De plumas, cueros y cerda.
119
Nos tenía apuntaos a todos
Con más cuentas que un
rosario,
Cuando se anunció un salario
Que iban a dar, o un
socorro;
Pero sabe Dios qué zorro
Se lo comió al Comisario;
120
Pues nunca lo vi llegar,
Y al cabo de muchos días
En
la mesma pulpería
Dieron una güena cuenta,
Que la gente muy contenta
De
tan pobre recibia.
121
Sacaron unos sus prendas,
Que las tenían
empeñadas;
Por sus deudas atrasadas
Dieron otros el dinero;
Al fin de
fiesta el pulpero
Se quedó con la mascada.
122
Yo me arrescosté a un horcón
Dando tiempo a que
pagaran,
Y poniendo güena cara
Estuve haciéndome el poyo,
A esperar que
me llamaran
Para recibir mi boyo.
123
Pero ahi me puede quedar
Pegao pa siempre al
horcón,
Ya era casi la oración
Y ninguno me llamaba;
La cosa se me
ñublaba
Y me dentró comezón.
124
Pa sacarme el entripao
Vi al Mayor, y lo fí a
hablar;
Yo me lo empecé a atracar,
Y como con poca gana
Le dije:--Tal
vez mañana
Acabarán de pagar.-
125
-!Que mañana ni otro dia!-,
Al punto me contestó:
-La
paga ya se acabó;
!Siempre has de ser animal!-
Me rai y le
dije:-Yo...
No he recebido ni un rial.-
126
Se le pusieron los ojos
Que se le querían salir,
Y ahi
no más volvió a decir
Comiéndome con la vista:
-Y que querés recibir
Si no has dentrao en la lista?-
127
-Esto sí que es amolar-,
Dije yo pa mis
adentros;
-Van dos años que me encuentro
Y hasta aura he visto ni un
grullo;
Dentro en todos los barullos
Pero en las listas no
dentro.-
128
Vide el plaito mal parao
Y no quise aguardar más...
Es
güeno vivir en paz
Con quien nos ha de mandar;
Y reculando pa atrás
Me
le empecé a retirar.
129
Supo todo el Comendante
Y me llamó al otro
día,
Diciéndome que quería
Aviriguar bien las cosas...
Que no era el
tiempo de Rosas,
Que aura a naides se debía.
130
Llamó al cabo y al sargento
Y empezó la indagación:
Si
había venido al cantón
En tal tiempo o en tal otro...
Y si había venido en
potro,
En reyuno o redomón.
131
Y todo era alborotar
Al ñudo, y hacer papel;
Conocí
que era pastel
Pa engordar con mi guayaca;
Más si voy al Coronel
Me
hacen bramar en la estaca.
132
!Ah, hijos de una...! !la codicia
Ojala les ruempa el
saco!
Ni un pedazo de tabaco
Le dan al pobre soldao,
Y lo tienen, de
delgao,
Más ligero que un guanaco.
133
Pero qué iba a hacerles yo,
Charabón en el
desierto;
Más bien me daba por muerto
Pa no verme más fundido:
Y me les
hacía el dormido
Aunque soy medio despierto.
V
134
Yo andaba desesperao,
Aguardando una
ocasión
Que los indios un malón
Nos dieran, y entre el
estrago
Hacérmeles cimarrón
Y volverme pa mi pago.
135
Aquello no era servicio
Ni defender la
frontera;
Aquello era ratonera
En que sólo gana el juerte:
Era jugar a
la suerte
Con una taba culera.
136
Allí tuito va al revés;
Los milicos son los piones,
Y
andan en las poblaciones
Emprestaos pa trabajar;
Los rejuntan pa
peliar
Cundo entran indios ladrones.
137
Yo he visto en esa milonga
Muchos Jefes con
estancia,
Y piones en abundancia,
Y majadas y rodeos;
He visto negocios
feos
A pesar de mi inorancia.
138
Y colijo que no quieren
La barunda componer;
Para eso
no ha de tener,
El Jefe que esté de estable,
Mas que su poncho y su
sable,
Su caballo y su deber.
139
Ansina, pues, conociendo
Que aquel mal no tiene
cura,
Que tal vez mi sepoltura
Si me quedo iba a encontrar,
Pensé
mandarme mudar
Como cosa más sigura.
140
Y pa mejor, una noche
!Que estaquiada me pegaron!
Casi
me descoyuntaron
Por motivo de una gresca:
!Ahijuna, si me estiraron
Lo
mesmo que guasca fresca!
141
Jamás me puedo olvidar
Lo que esa vez me
pasó;
Dentrando una noche yo
Al fortín, un enganchao,
Que estaba medio
mamao,
Allí me desconoció.
142
Era un gringo tan bozal,
Que nada se le
entendía,
!quién sabe de ande sería!
Tal vez no juera cristiano,
Pues
lo único que decía
Es que era pa-po-litano.
143
Estaba de centinela
Y por causa del peludo
Verme más
claro no pudo,
Y esa jué la culpa toda:
El bruto se asustó al ñudo
Y fí
el pavo de la boda.
144
Cuando me vido acercar:
-Quien vivore...?-
preguntó;
-Que viboras?-, dije yo.
-!Ha
garto!-, me pegó el grito,
Y yo dije despacito:
-!Mas
lagarto seras vos!-
145
Ahi no más, !Cristo me valga!,
Rastrillar el jusil
siento:
Me agaché, y en el momento
El bruto me largó un chumbo;
Mamao,
me tiró sin rumbo,
Que si no, no cuento el cuento.
146
Por de contao, con el tiro
Se alborotó el
avispero;
Los Oficiales salieron
Y se empezo la junción;
Quedo en su
puesto el nación,
Y yo fí al estaquiadero.
147
Entre cuatro bayonetas
Me tendieron en el suelo;
Vino
el mayor medio en pedo
Y allí se puso a gritar:
-!Pícaro, te he de
enseñar
Andar reclamando sueldos!-
148
De las manos y las patas
Me ataron cuatro
cinchones;
Les aguanté los tirones
Sin que ni un !ay! se me oyera,
Y al
gringo la noche entera
Lo harté con mis maldiciones.
149
Yo no sé porqué el gobierno
Nos manda aquí a la
frontera
Gringada que ni siquiera
Se sabe atracar a un pingo.
!Si
creerá al mandar un gringo
Que nos manda alguna fiera!
150
No hacen más que dar trabajo,
Pues no saben ni
ensillar;
No sirven ni pa carniar:
Y yo he visto muchas veces
Que ni
voltiadas las reses
Se les querían arrimar.
151
Y lo pasan sus mercedes
Lengüetiando pico a pico
Hasta
que viene un milico
A servirles al asao...
Y eso sí, en lo
delicaos,
Parecen hijos de rico.
152
Si hay calor, ya no son gente;
Si yela, todos
tiritan;
Si usté no les da, no pitan
Por no gastar en tabaco,
Y cuando
pescan un naco
Uno al otro se lo quitan.
153
Cuando llueve se acoquinan
Como perro que oye
truenos.
!Que diablos!, sólo son güenos
Pa vivir entre maricas,
Y nunca
se andan con chicas
Para alzar ponchos ajenos.
154
Pa vichar son como ciegos;
No hay ejemplo de que
entiendan,
Ni hay uno solo que aprienda,
Al ver un bulto que cruza,
A
saber si es avestruza,
O si es jinete, o hacienda.
155
Si salen a perseguir
Después de mucho aparato,
Tuitos
se pelan al rato
Y va quedando el tendal:
Esto es como en un
nidal
Echarle güevos a un gato.
156
Vamos dentrando recién
A la parte mas sentida,
Aunque
es todita mi vida
De males una cadena:
A cada alma dolorida
Le gusta
cantar sus penas.
157
Se empezó en aquel entonces
A rejuntar caballada,
Y
riunir la milicada
Teniendola en el cantón,
Par una despedición
A
sorprender a la indiada.
158
Nos anunciaban que iríamos
Sin carretas ni bagajes
A
golpiar a los salvajes
En sus mesmas tolderías;
Que a la güelta
pagarían
Licenciándolo al gauchaje;
159
Que en esta despedición
Tuviéramos la esperanza;
Que
iba a venir sin tardanza,
Según el Jefe contó,
Un menistro o que se
yo...
que le llamaban don Ganza;
160
Que iba a riunir el ejército
Y tuitos los
batallones,
Y que traiba unos cañones
Con más rayas que un
cotín;
!Pucha!... Las conversasiones
Por allá no tenian
fín.
161
Pero esas trampas no enriedan
A los zorros de mi
laya;
Que esa Ganza venga o vaya,
Poco le importa a un matrero.
Yo
también deje las rayas...
En los libros del pulpero.
162
Nunca juí gaucho dormido;
Siempre pronto, siempre
listo,
Yo soy un hombre, !que Cristo!,
Que nada me ha acobardao,
Y
siempre salí parao
En los trances que me he visto.
163
Dende chiquito gané
La vida con mi trabajo,
Y aunque
siempre estuve abajo
Y no sé lo que es subir
Tambien el mucho
sufrir
Suele cansarnos, !barajo!
164
En medio de mi inorancia
Conozco que nada valgo:
Soy
la liebre o soy el galgo
Asigún los tiempos andan;
Pero también los que
mandan
Debieran cuidarnos algo.
165
Una noche que riunidos
Estaban en la carpeta
Empinando
una limeta
El Jefe y el Juez de Paz,
Yo no quise aguardar más,
Y me
hice humo en un sotreta.
166
Me parece el campo orégano
Dende que libre me
veo;
Donde me lleva el deseo
Allí mis pasos dirijo,
Y hasta en las
sombras de fijo
Que donde quiera rumbeo.
167
Entro y salgo del peligro
Sin que me espante el
estrago,
No aflojo al primer amago
Ni jamás fí gaucho lerdo:
Soy pa
rumbiar como el cerdo,
Y pronto caí a mi pago.
168
Volvía al cabo de tres años
De tanto sufrir al
ñudo
Resertor, pobre y desnudo,
A procurar suerte nueva;
Y lo mesmo que
el peludo
Enderecé pa mi cueva.
169
No hallé ni rastro del rancho:
!Solo estaba la
tapera!
!Por cristo si aquello era
Pa enlutar el corazón!
!Yo juré en
esa ocasión
Ser mas malo que una fiera!
170
!Quien no sentirá lo mesmo
Cuando ansí padece
tanto!
Puedo asigurar que el llanto
Como una mujer largué:
!Ay, mi
Dios: si me quedé
mas triste que Jueves Santo!
171
Sólo se oiban los aullidos
De un gato que se salvó;
El
pobre se guareció
Cerca, en una vizcachera:
Venía como si supiera
Que
estaba de güelta yo.
172
Al dirme dejé la hacienda
Que era todito mi
haber;
Pronto debíamos volver,
Sigún el Juez prometía,
Y hasta entonces
cuidaria
De los bienes, la
mujer.
......................................
173
Después
me contó un vecino
que el campo se lo pidieron;
La hacienda se la
vendieron
Pa pagar arrendamientos,
Y que sé yó cuantos cuentos;
Pero
todo lo fundieron,
174
Los pobrecitos muchachos,
Entre tantas afliciones,
se
conchabaron de piones;
!Más que iban a trabajar,
Si eran como los
pichones
sin acabar de emplumar!
175
Por ahi andarán sufriendo
De nuestra suerte el
rigor:
Me han contao que el mayor
Nunca dejaba a su hermano;
Puede ser
que algún cristiano
Los recoja por favor.
176
!Y la pobre mi mujer,
Dios sabe cuánto sufrió!
Me
dicen que se voló
Con no sé qué gavilán:
Sin duda a buscar el pan
Que
no podía darle yo.
177
No es raro que a uno le falte
Lo que a algún otro le
sobre
Si no le quedó ni un cobre
Sino de hijos un enjambre.
Que más iba
a hacer la pobre
Para no morirse de hambre?
178
!Tal vez no te vuelva a ver,
Prienda de mi
corazón!
Dios te de su proteción
Ya que no me la dió a mí,
Y a mis
hijos dende aquí
Les hecho mi bendición.
179
Como hijitos de la cuna
Andarán por ahi sin madre;
Ya
se quedaron sin padre,
Y ansí la suerte los deja
Sin naides que los
proteja
Y sin perro que les ladre.
180
Los pobrecitos tal vez
No tengan ande abrigarse,
Ni
ramada ande ganarse,
Ni rincón ande meterse,
Ni camisa que ponerse,
Ni
poncho con que taparse.
181
Tal vez los verán sufrir
Sin tenerles compasión;
Puede
que alguna ocasión,
Aunque los vean tiritando,
Los echen de algún
jogón
Pa que no estén estorbando.
182
Y al verse ansina espantaos
Como se espanta a los
perros,
Irán los hijos de Fierro,
Con la cola entre las piernas,
A
buscar almas mas tiernas
O esconderse en algún cerro.
183
Mas también en este juego
Voy a pedir mi bolada;
A
naides le debo nada,
Ni pido cuartel ni doy:
Y ninguno dende hoy
Ha de
llevarme en la armada.
184
Yo he sido manso primero,
Y seré gaucho matrero;
En mi
triste circunstancia,
Aunque es mi mal tan projundo,
Nací y me he criado
en estancia.
Pero ya conozco el mundo.
185
Ya les conozco sus mañas,
Le conozco sus cucañas;
Sé
como hacen la partida,
La enriedan y la manejan;
Deshaceré la
madeja
Aunque me cueste la vida.
186
Y aguante el que no se anime
A meterse en tanto
engorro
O si no aprétese el gorro
Y para otra tierra emigre;
Pero yo
ando como el tigre
Que le roban los cachorros.
187
Aunque muchos creen que el gaucho
Tiene alma de
reyuno,
No se encontrará a ninguno
Que no le dueblen las penas;
Mas no
debe aflojar uno
Mientras hay sangre en las venas.
VII
188
De carta de más me vía
Sin saber a donde
dirme;
Mas dijeron que era vago
Y entraron a perseguirme.
189
Nunca se achican los males,
Van poco a poco
creciendo,
Y ansina me vide pronto
Obligado a andar
juyendo.
190
No tenía mujer ni rancho
Y a más, era resertor;
No
tenía una prenda güena
Ni un peso en el tirador
191
A mis hijos infelices
Pensé volverlos a hallar,
Y
andaba de un lao al otro
Sin tener ni que pitar.
192
Supe una vez por desgracia
Que habia un baile por
allí,
Y medio desesperao
A ver la milonga fuí.
193
Riunidos al pericón
Tantos amigos hallé,
Que alegre de
verme entre ellos
Esa noche me apedé.
194
Como nunca, en la ocasión
Por peliar me dió la
tranca.
Y la emprendí con un negro
Que trujo una negra en
ancas.
195
Al ver llegar la morena,
Que no hacía caso de
naides,
Le dije con la mamúa:
-Va...ca...yendo gente al
baile.-
196
La negra entendió la cosa
Y no tardó en
contestarme,
Mirándome como a un perro:
-Mas vaca será su
madre._
197
Y dentró al baile muy tiesa
Con más cola que una
zorra,
Haciendo blanquiar los dientes
Lo mesmo que
mazamorra.
198
-!Negra linda!-... dije yo.
-Me gusta... pa la
carona-;
Y me puse a champurriar
Esta coplita fregona:
199
-A los blancos hizo Dios,
A los mulatos San Pedro,
A
los negros hizo el diablo
Para tizón del infierno.-
200
Había estao juntando rabia
El moreno dende ajuera;
En
lo escuro le brillaban
Los ojos como linterna.
201
Lo conocí retobao,
Me acerqué y le dije
presto:
-Po...r...rudo que un hombre sea
Nunca se enoja por
esto.-
202
Corcovió el de los tamangos
Y creyéndose muy
fijo:
-!Mas porrudo seras vos,
Gaucho rotoso!-, me dijo.
203
Y ya se me vino al humo
Como a buscarme la hebra,
Y un
golpe le acomodé
Con el porrón de ginebra.
204
Ahi nomás pegó el de hollín
Mas gruñidos que un
chanchito,
Y pelando el envenao
Me atropelló dando gritos.
205
Pegué un brinco y abrí cancha
Diciéndoles:
-Caballeros,
Dejen venir ese toro.
Solo nací... solo
muero.-
206
El negro, después del golpe,
Se había el poncho
refalao
Y dijo: -Vas a saber
Si es solo o acompañado.
207
Y mientras se arremangó,
Yo me saqué las
espuelas,
Pues malicié que aquel tío
No era de arriar con las
riendas.
208
No hay cosa como el peligro
Pa refrescar un
mamao;
Hasta la vista se aclara
Por mucho que haiga chupao.
209
El negro me atropelló
Como a quererme comer;
Me hizo
dos tiros seguidos
Y los dos le abarajé.
210
Yo tenía un facon con S,
Que era de lima de acero;
Le
hice un tiro, lo quitó
Y vino ciego el moreno;
211
Y en el medio de las aspas
Un planazo le asenté,
Que
lo largue culebriando
Lo mesmo que buscapié.
212
Le coloriaron las motas
Con la sangre de la herida,
Y
volvió a venir jurioso
Como una tigra parida.
213
Y ya me hizo relumbrar
Por los ojos el
chchillo,
Alcanzando con la punta
A cortarme en un
carrillo.
214
Me hirvió la sangre en las venas
Y me le afirmé al
moreno,
Dándole de punta y hacha
Pa dejar un diablo menos.
215
Por fin en una topada
En el cuchillo lo alcé,
Y como
un saco de güesos
Contra un cerco lo largué.
216
Tiró unas cuantas patadas
Y ya cantó pal
carnero:
Nunca me puedo olvidar
De la agonía de aquel
negro.
217
En esto la negra vino
Con los ojos como ají
Y empezó
la pobre allí
A bramar como una loba.
Yo quise darle una soba
A ver si
la hacía callar,
Mas pude reflesionar
Que era malo en aquel punto,
Y
por respeto al dijunto
No la quise castigar.
218
Limpié el facón en los pastos,
Desate mi
redomón,
Monté despacio y salí
Al tranco pa el cañadon.
219
Después supe que al finao
Ni siquiera lo velaron,
Y
retobao en un cuero,
Sin rezarle lo enterraron.
220
Y dicen que dende entonces,
Cuando es la noche
serena
Suele verse una luz mala
Como de alma que anda en
pena.
221
Yo tengo intención a veces,
para que no pene tanto,
De
sacar de allí los güesos
Y echarlos al camposanto.
VIII
222
Otra vez en un boliche
estaba haciendo la
tarde;
Cayó un gaucho que hacia alarde
De guapo y peliador;
A la
llegada metió
El pingo hasta la ramada,
Y yó sin decirle nada
Me quedé
en el mostrador.
223
Era un terne de aquel pago
Que naides lo
reprendía,
que sus enriedos tenía
Con el señor comendante;
Y como era
protegido,
Andaba muy entonao,
Y a cualquier desgraciao
Lo llevaba por
delante.
224
!Ah pobre! si el mismo creiba
Que la vida le
sobraba;
Ninguno diría que andaba
Aguaitandolo la muerte.
Pero ansí
pasa en el mundo,
Es ansí la triste vida:
Pa todos esta escondida
La
güena o la mala suerte.
225
Se tiró al suelo; al dentrar
Le dio un empellon a un
vasco,
Y me alargó un medio frasco
Diciendo: -Beba cuñao.-
-Por su
hermana-, contesté.
-Que por la mia no hay cuidao.-
226
-!Ah, gaucho!, me respondió;
-De que pago será
crioyo?
Lo andará buscando el hoyo?
deberá tener güen cuero?
Pero ande
bala este toro
No bala ningún ternero.-
227
Y ya salimos trenzaos
Porque el hombre no era
lerdo,
Mas como el tino no pierdo,
Y soy medio ligerón,
Le dejé
mostrando el sebo
De un revez con el facón.
228
Y como con la justicia
No andaba bien por allí,
Cuanto
pataliar lo ví,
Y el pulpero pegó el grito,
Ya pa el palenque salí
Como
haciendome chiquito.
229
Monté y me encomendé a Dios,
Rumbiando para otro
pago,
Que el gaucho que llaman vago
No puede tener querencia,
Y ansí de
estrago en estrago
Vive llorando la ausencia.
230
El andaba siempre juyendo,
Siempre pobre y
perseguido,
No tiene cueva ni nido
Como si juera maldito;
Porque el ser
gaucho... !barajo!,
El ser gaucho es un delito.
231
Es como el patrio de posta;
Lo larga este, aquel lo
toma,
Nunca se acaba la broma;
dende chico se parece
Al arbolito que
crece
Desamparao en la loma.
232
Le echan la agua del bautismo
Aquel que nació en la
selva;
-Busca madre que te envuelva-,
Le dice el flaire y lo larga.
Y
dentra a cruzar el mundo
Como burro con la carga.
233
Y se cria viviendo al viento
Como oveja sin
trasquila;
Mientras su padre en las filas
Anda sirviendo al
gobierno,
Aunque tirite en invierno,
Naides lo ampara ni
asila.
234
Le llaman -gaucho mamao-
Si lo pillan divertido,
Y que
es mal entretenido
Si en un baile lo sorprienden;
Hace mal si se
defiende
Y si nó, se ve... fundido.
235
No tiene hijos ni mujer,
Ni amigos ni protetores,
Pues
todos son sus señores
Sin que ninguno lo ampare:
Tiene la suerte del
güey,
Y donde irá el güey que no are?
236
Su casa es el pajonal,
Su guarida es el desierto;
Y si
de hambre medio muerto
Le echa el lazo a algun mamóm,
Lo persiguen como a
plaito,
Porque es un gaucho ladrón.
237
Y si de un golpe por ahi
Lo dan güelta panza
arriba,
No hay un alma compasiva
Que le rece una oración;
Tal vez como
cimarrón
En una cueva lo tiran.
238
El nada gana en la paz
Y es el primero en la
guerra;
No le perdonan si yerra,
Que no saben perdonar,
Porque el
gaucho en esta tierra
Solo sirve pa votar.
239
Para el son los calabozos,
Para el las duras
prisiones,
En su boca no hay razones
Aunque la razon le sobre;
Que son
campanas de palo
Las razones de los pobres.
240
Si uno aguanta, es gaucho bruto;
Si no aguanta es gaucho
malo.
!Dele azote, dele palo,
Porque es lo que el necesita!
De todo el
que nació gaucho
Esta es la suerte maldita.
241
Vamos suerte, vamos juntos
Dende que juntos nacimos;
Y
ya que juntos vivimos
Sin podernos dividir...
Yo abriré con mi
cuchillo
El camino pa seguir.
IX
242
Matreriando lo pasaba
Ya a las casas no
venía;
Solía arrimarme de día,
Mas, lo mesmos que el carancho,
Siempre
estaba sobre el rancho
Espiando a la polecía.
243
Viva el gaucho que ande mal,
Como zorro
perseguido,
Hasta que al menor descuido
Se lo atarasquen los
perros,
Pues nunca le falta un yerro
Al hombre mas
alvertido.
244
Y en esa hora de la tarde
En que tuito se
adormece,
Que el mundo dentrar parece
A vivir en pura calma,
Con las
tristezas del alma
Al pajonal enderiece.
245
Bala el tierno corderito
Al lao de la blanca oveja,
Y
a la vaca que se aleja
Llama el ternero amarrao;
Pero el gaucho
desgraciao
No tiene a quien dar su oveja.
246
Ansí es que al venir la noche
Iba a buscar mi
guarida,
Pues ande el tigre se anida
Tmbién el hombre lo pasa,
Y no
quería que en las casas
Me rodiara la partida.
247
Pues aun cuando vengan ellos
Cumpliendo con su
deberes,
Yo tengo otros pareceres,
Y en esa conduta vivo:
Que no debe
un gaucho altivo
Peliar entre las mujeres.
248
Y al campo me iba solito,
Más matrero que el
venao,
Como perro abandonao
A buscar una tapera,
O en alguna
vizcachera
Pasar la noche tirao.
249
Sin punto ni rumbo fijo
En aquella inmensidá,
Entre
tanta escuridá
Anda el gaucho como duende;
Alli jamás lo
sorpriende
Dormido, la autoridá.
250
Su esperanza es el coraje,
Su guardia es la
precaución,
Su pingo es la salvación,
Y pasa uno en su desvelo,
Sin más
amparo que el cielo
Ni otro amigo que el
facón.
...............................
251
Ansí me hallaba una noche
Contemplando las
estrellas,
Que le parecen más bellas
Cuanto uno es más desgraciao,
Y
que Dios las haiga criao
Para consolarse en ellas.
252
Les tiene el hombre cariño
Y siempre con alegría
Ve
salir las Tres Marías;
Que si llueve, cuanto escampa,
Las estrellas son la
guía
Que el gaucho tiene en la pampa.
253
Aqui no valen dotores,
S´olo vale la esperiencia;
Aquí
verían su inocencia
Esos que todo lo saben,
Porque esto tiene otra
llave
Y el gaucho tiene su cencia.
254
Es triste en medio del campo
Pasarse noches
enteras
Contemplando en sus carreras
Las estrellas que Dios cría,
Sin
tener mas compañía
Que su delito y las fieras.
255
Me encontraba como digo,
En aquella soledá,
Entre
tanta escuridá,
Echando al viento mis quejas,
Cuando el grito del
chajá
me hizo parar las orejas.
256
Como lunbriz me pegué
Al suelo para escuchar;
Pronto
sentí retumbar
Las pisadas de los fletes,
Y que eran muchos
jinetes
Conocí sin vacilar.
257
Cuando el hombre está en peligro
No debe tener
confianza;
Ansí tendido de panza
Puse toda mi atención
Y ya escuche sin
tardanza
Como el ruido de un latón.
258
Se venían tan calladitos
Que yo me puse en cuidao;
Tal
vez me hubieran bombiao
Y ya me venían a buscar;
Mas no quise
disparar,
Que eso es de gaucho morao.
259
Al punto me santigüé
Y eché de giñebra un taco;
Lo
mesmito que el mataco
Me arroyé con el porrón;
-Si han de darme pa
tabaco-,
Dije,-ésta es güena ocasión-.
260
Me refalé las espuelas,
Para no peliar con grillos;
Me
arremangué el calzoncillo,
Y me ajusté bien la faja,
Y en una mata de
paja
Probé el filo del cuchillo.
261
Para tenerlo a la mano
El flete en el pasto até,
La
cincha le acomodé,
Y, en un trance como aquél,
Haciendo espaldas en
él
Quietito los aguardé.
262
Cuando cerca los sentí,
Y que ahi no más se
pararon,
Los pelos se me erizaron
Y,aunque nada vían mis ojos,
-No se
han de morir de antojo-,
Les dije, cuando llegaron.
263
Yo quise hacerles saber
Que alli se hallaba un
varón;
Les conocí la intención
Y solamente por eso
Es que les gané el
tirón,
Sin aguardar voz de preso.
264
-Vos sos un gaucho matrero-
Dijo uno, haciéndose el
güeno.
-Vos mataste un moreno
Y otro en una pulpería,
Y aquí está la
polecía
Que viene a ajustar tus cuentas;
Te va alzar por las
cuarenta
Si te resistís hoy día.
265
-No me vengan-, contesté,
-Con relación de
dijuntos;
Esos son otros asuntos;
Vean si me pueden llevar,
Que yo no
me he de entregar,
Aunque vengan todos juntos-.
266
Pero no aguardaron más
Y se apiaron en montón;
Como a
perro cimarrón
Me rodiaron entre tantos;
Ya me encomendé a los
Santos,
Y eche mano a mi facón.
267
Y ya vide el fogonazo
De un tiro de garabina,
Mas
quiso la suerte indina
De aquel maula, que me errase,
Y ahi no más lo
levantase
Lo mesmo que una sardina.
268
A otro que estaba apurao
Acomodando una bola,
Le hice
una dentrada sola
Y le hice sentir el fierro,
Y ya salió como el
perro
Cuando le pisan la cola.
269
Era tanta la aflición
Y la angurria que venían,
Que
tuitos se me venían,
Donde yo los esperaba;
Uno al otro se estorbaba
Y
con las ganas no vían.
270
Dos de ellos que traiban sables
Mas garifos y
resueltos,
En las hilachas envueltos
Enfrente se me pararon,
Y a un
tiempo me atropellaron
Lo mesmo que perros sueltos.
271
Me fuí reculando en falso
Y el poncho adelante eché,
Y
en cuanto le puso el pie
Uno medio chapetón,
De pronto le di un tirón
Y
de espaldas lo largué
272
Al verse sin compañero
El otro se sofrenó;
Entonces le
dentré yo,
Sin dejarlo resollar,
Pero ya empezó a aflojar
Y a la
pu...n...ta disparó.
273
Uno que en una tacuara
Había atao una tijera,
Se vino
como si juera
Palenque de atar terneros,
Pero en dos tiros
certeros
Salió aullando campo ajuera.
274
Por suerte en aquel momento
Venía coloriando el alba
Y
yo dije: -Si me salva
La Virgen en este apuro,
En adelante le juro
Ser
más güeno que una malva-.
275
Pegué un brinco y entre todos
Sin miedo me
entreveré;
Hecho ovillo me quedé
Y ya me cargo una yunta,
Y por el
suelo la punta
De mi facón les jugué.
276
El más engolosinao
Se me apió con un hachazo;
Se lo
quité con el brazo;
De no, me mata los piojos;
Y antes de uqe diera un
paso
Le eché tierra en los dos ojos.
277
Y mientras se sacudiá
Refregándose la vista,
Yo me le
fuí como lista
Y ahi no más me le afirmé,
Diciéndole: -Dios te
asista-,
Y de un revés lo voltié.
278
Pero en ese punto mesmo
Sentí que por las costillas
Un
sable me hacía cosquillas
Y la sangre me heló;
Dende ese momento yo
Me
salí de mis casillas.
279
Di para atrás unos pasos
Hasta que pude hacer pie;
Por
delante me lo eché
De punta y tajos a un criollo;
Metió la pata en un
hoyo,
Y yo al hoyo lo mandé.
280
Tal vez en el corazón
Le tocó un Santo bendito
A un
gaucho, que pegó el grito
Y dijo:-!Cruz no consiente
Que se cometa el
delito
De matar a un valiente!-
281
Y ahi no más se me aparió,
Dentrándole a la
partida;
Yo les hice otra embestida
Pues entre dos era robo;
Y el Cruz
era como lobo
Que defiende su guarida.
282
Uno despachó al infierno
De dos que lo
atropellaron;
Los demás remoliniaron,
Pues íbamos a la fija,
Y a poco
andar dispararon
Lo mesmo que sabandija.
283
Ahí quedaron largo a largo
Los que estiaron la
jeta;
Otro iba como maleta,
Y Cruz de atrás les decia:
-Que venga otra
polecia
A llevarlos en carreta-.
284
Yo junté las osamentas,
Me hinqué y les recé un
Bendito,
Hice una cruz de un palito
Y pedí a mi Dios clemente
Me
perdonara el delito
De haber muerto tanta gente.
285
Dejamos amotonaos
Alos pobres que murieron;
No sé si
los recogieron,
Porque nos fuimos a un rancho,
O si tal vez los
caranchos
Ahi no más se los comieron.
286
Lo agarramos mano a mano
Entre los dos al porrón:
En
semejante ocasión
Un trago a cualquiera encanta;
Y Cruz no era
remolón
Ni pijotiaba garganta.
287
Calentamos los gargueros
Y nos largamos muy
tiesos,
Siguiendo siempre los besos
Al pichel, y por mas señas,
Ibamos
como cigüeñas
Estirando los pescuezos.
288
-Yo me voy-, le dije,-amigo,
Donde la suerte me
lleve,
Y si es que alguno se atreve,
A ponerse en mi camino,
Yo seguiré
mi destino,
Que el hombre hace lo que debe.
289
-Soy un gaucho desgraciao,
No tengo donde
ampararme,
Ni un palo donde rascarme,
Ni un árbol que me cubije:
Pero
ni aun esto me aflige
Porque yo sé manejarme.
290
-Antes de cair al servicio,
Tenia familia y
hacienda;
Cuando volví, ni la prenda
Me la habian dejao ya.
Dios sabe
en lo que vendrá
A parar esta contienda.-
C R U Z
X
291
-Amigazo, pa sufrir
Han nacido
los varones;
Estas son las ocasiones
De mostrarse un hombre
juerte,
Hasta que venga la muerte
Y lo agarre a
coscorrones.
292
El andar tan despilchao
Ningun mérito me quita;
Sin
ser un alma bendita
Me duelo del mal ajeno:
Soy un pastel con relleno
Que parece torta frita.
293
Tampoco me faltan males
Y desgracias, le
prevengo;
También mis desdichas tengo,
Aunque esto poco me aflige:
Yo
se hacerme el chango rengo
Cuando la cosa lo esige.
294
Y con algunos ardiles
Voy viviendo, aunque rotoso;
A
veces me hago el sarnoso
Y no tengo ni un granito,
Pero al chifle voy
ganoso
Como panzón al maíz frito.
295
A mí no me matan penas
Mientras tenga el cuero
sano;
Venga el sol en el verano
Y la escarcha en el invierno
Por qué
afligirse el cristiano?
296
Hagámosle cara fiera
Alos males, compañero,
Porque el
zorro más matrero
Suele cair como un chorlito;
Viene por un corderito
Y
en la estaca deja el cuero.
297
Hoy tenemos que sufrir
Males que no tienen
nombre,
Pero esto a nadies lo asombre
Porque ansina es el pastel,
Y
tiene que dar el hombre
Mas güeltas que un carretel.
298
Yo nunca me he de entregar
A los brazos de la
muerte;
Arrastro mi triste suerte
Paso a paso y como pueda,
Que donde
el débil se queda
Se suele escapar el juerte.
299
Y ricuerde cada cual
Lo que cada cual sufrió,
Que lo
que es, amigo, yo,
Hago ansí la cuenta mía:
Ya lo pasado pasó;
Mañana
sera otro dia.
300
Yo también tuve una pilcha
Que me enllenó el
corazón,
Y si en aquella ocasión
Alguien me hubiera buscao,
Siguro que
me había hallao
Más prendido que un botón.
301
En la güeya del querer
No hay animal que se
pierda...
Las mujeres no son lerdas,
Y todo gaucho es dotor
Si pa
cantarle al amor
Tiene que templar las cuerdas.
302
!Quien es de una alma tan dura
Que no quiera una
mujer!
Lo alivia en su padecer:
Si no sale calavera
Es la mejor
compañera
Que el hombre puede tener.
303
Si es güena, no lo abandona
Cuando lo ve
desgraciao,
Lo asiste con su cuidao,
Y con afán cariñoso,
Y usté tal
vez ni un rebozo
Ni una pollera le ha dao.
304
!Grandemente lo pasaba
Con aquella prenda
mía,
Viviendo con alegría
Como la mosca en la miel!
!Amigo, qué tiempo
aquél!
!La pucha, que la quería!
305
Era la águila que a un árbol
Dende las nubes bajó;
Era
mas linda que el alba
Cuando va rayando el sol;
Era la flor
deliciosa
Que entre el trebolar creció.
306
Pero, amigo, el Comendante
Que mandaba la
milicia,
Como que no desperdicia
Se fué refalando a casa;
Yo le conocí
en la traza
Que el hombre traiba malicia.
307
El me daba voz de amigo,
Pero no le tenía fe;
Era el
jefe, y ya se ve,
No podía competir yo;
En mi rancho se pegó
Lo mesmo
que un saguaipé.
308
A poco andar, conocí
Que ya me había desbancao,
Y el
siempre muy entonao,
Aunque sin darme ni un cobre,
Me tenía de lao a
lao
Como encomienda de pobre.
309
A cada rato, de chasque
Me hacía dir a gran
distancia;
Ya me mandaba a una estancia,
Ya al pueblo, ya a la
frontera;
Pero él en la comendancia
No ponía los pies
siquiera.
310
Es triste a no poder más
El hombre en su padecer,
Si
no tiene una mujer
Que lo ampare y lo consuele:
Mas pa que otro se la
pele
Lo mejor es no tener.
311
No me gusta que otro gallo
Le cacaree a mi gallina;
Yo
andaba ya con la espina,
Hasta que en una ocasión
Lo pille junto al
jogón
Abrazándome a la china.
312
Tenía el viejito una cara
De ternero mal lamido,
Y al
verle tan atrevido
Le dije:-!Que le aproveche!...
Que había sido pa el
amor
Como gaucho pa la leche.-
313
Peló la espalda y se vino
Como a quererme
ensartar,
Pero yo sin tutubiar
Le volví al punto a decir:
-!Cuidado!,
no te vas a per...tigo;
Poné cuarta pa salir.-
314
Un puntazo me largó,
Pero el cuerpo le saqué,
Y en
cuanto se lo quité,
Para no matar un viejo,
Con cuidado, medio de
lejos
Un palazo le asenté.
315
Y como nunca al que manda
Le falta algún adulón,
Uno
que en esa ocasión
Se encontraba allí presente,
Vino apretando los
dientes
Como perrito mamón.
316
Me hizo un tiro de revuélver
Que el hombre creyó
siguro;
Era confiado y le juro
Que cerquita se arrimaba,
Pero, siempre
en un apuro
Se desentumen mis tabas.
317
El me siguió menudiando
Mas sin poderme acertar,
Y yo,
déle culebriar,
Hasta que al fin le dentré
Y ahi no más lo despaché
Sin
dejarlo resollar.
318
Dentré a campiar en seguida
Al viejito enamorao...
El
pobre se había ganao
En un noque de lejía.
!Quién sabe cómo estaría
Del
susto que había llevao!
319
!Es zonzo el cristiano macho
Cuando el amor lo
domina!
El la miraba a la indina,
Y una cosa tan jedionda
Sentí yo, que
ni en la fonda
He visto tal jedentina
320
Y le dije:-Pa su agüela
Han de ser esas perdices.-
Yo
me tapé las narices,
Y me salí esternudando,
Y el viejo quedó
olfatiando
Como chico con lumbrices.
321
Cuando la mula recula,
Señal que quiere cociar,
Ansí
se suele portar
Aunque ella lo disimula;
Recula como la mula
La mujer,
para olvidar.
322
Alcé mis ponchos y mis prendas
Y me largué a
padecer
Por culpa de una mujer
Que quiso engañar a dos;
Al rancho le
dije adiós,
Para nunca más vover.
323
Las mujeres, dende entonces,
Conocí a todas en una;
Ya
no he de probar fortuna
Con carta tan conocida:
Mujer y perra
parida,
!No se me acerca ninguna!.
XI
324
A otros les brotan las coplas
Como agua de
manantial;
Pues a mí me pasa igual;
Aunque las mías nada valen,
De la
boca se me salen
Como ovejas de corral.
325
Que en puertiando la primera,
Ya la siguen los
demás,
Y en montones las de atrás
Contra los palos se estrellan,
Y
saltan y se atropellan
Sin que se corten jamás.
326
Y anunque yo por mi inorancia
Con gran trabajo me
esplico,
Cuando llego a abrir el pico,
Tengaló por cosa cierta,
Sale un
verso y en la puerta
Ya asoma el otro el hocico.
327
Y empresteme su atención;
Me oirá relatar las penas
De
que traigo la alma llena;
Porque en toda circustancia,
Paga el gaucho su
inorancia
Con la sangre de sus venas.
328
Despues de aquella desgracia
Me refugié en los
pajales;
Anduve entre los cardales
Como bicho sin guarida;
Pero, amigo,
es esa vida
Como vida de animales.
329
Y son tantas las miserias
En que me he salido ver,
Que
con tanto padecer
Y sufrir tanta aflición,
Malicio que he de tener
Un
callo en el corazón.
330
Ansí andaba como guacho
Cuando pasa el temporal;
Supe
una vez por mi mal
De una milonga que había,
Y ya pa la
pulpería
Enderece mi bagual.
331
Era la casa del baile
Un rancho de mala muerte,
Y se
enllenó de tal suerte
Que andabamos a empujones:
Nunca faltan
encontrones
Cuando un pobre se divierte.
332
Yo tenía unas medias botas
Con tamaños verdugones;
Me
pusieron los talones
Con crestas como gallos:
iSi viera mis
afliciones
Pensando yo que eran callos!
333
Con gato y con fandanguillo
Había empezado el
changango,
Y para ver el fandango
Me colé haciendomé bola,
Mas metió el
diablo la cola,
Y todo se volvió pango.
334
Había sido el guitarrero
Un gaucho duro de boca:
Yo
tengo paciencia poca
Pa aguantar cuando no debo;
A ninguno me le
atrevo,
Pero me halla el que me toca.
335
A bailar un pericón
Con una moza salí,
Y cuanto me
vido allí
Sin duda me conoció;
Y estas coplitas cantó
Como por rairse
de mí:
336
-Las mujeres son todas
Como las mulas;
Yo no digo que
todas,
Pero hay algunas
Que a las aves que vuelan
Les sacan
plumas.
337
-Hay gauchos que presumen
De tener damas;
No digo que
presumen,
Pero se alaban,
Y a lo mejor los dejan
Tocando
tablas.-
338
Se secretiaron las hembras,
Y yo ya me encocoré;
Volié
la anca y le grité:
-!Dejá de cantar... chicharra!-
Y de un tajo a la
guitarra
Tuitas las cuerdas corté.
339
Al punto salió de adentro
Un gringo con un jusil;
Pero
nunca he sido vil,
Poco el peligro me espanta;
Yo me refalé la manta
Y
la eché sobre el candil.
340
Gané en seguida la puerta
Gritando:-!Nadies me
ataje!-
Y alborotado el hembraje,
Lo que todo quedo escuro,
Empezo a
verse en apuro
Mesturao con el gauchaje.
341
El primero que salió
Fué el cantor, y se me vino;
Pero
yo no pierdo el tino
Aunque haiga tomao un trago,
Y hay algunos por mi
pago
Que me tienen por ladino.
342
No ha de haber achocao otro:
Le salió cara la broma;
A
su amigo cuando toma
Se le despeja el sentido,
Y el pobrecito habia
sido
Como carne de paloma.
343
Para prestar un socorro
Las mujeres no son
lerdas:
SAntes que la sangre pierda
Lo arrimaron a unas pipas;
Ahi lo
dejé con las tripas
Como pa que hiciera cuerdas.
344
Monté y me largé a los campos
Mas libre que el
pensamiento,
Como las nubes al viento
A vivir sin paradero,
Que no
tiene el que es matrero
Nido, ni rancho, ni asiento.
345
No hay juerza contra el destino
Que le ha señalao el
Cielo,
Y aunque no tenga consuelo,
!Aguante el que está en
trabajo!
!Nadies se rasca pa abajo,
Ni se lonjea contra el
pelo!
346
Con el gaucho desgraciao
No hay uno que no se
entone
!La menor falta lo espone
A andar con los avestruces
Faltan
otros con más luces
Y siempre hay quien los perdone.
XII
347
Yo no sé qué tantos meses
Esta vida me
duró;
A veces nos obligó
La miseria a comer potro:
Me había acompañao
con otros
Tan desgraciaos como yo
348
Mas ?para qué platicar
Sobre esos males, canejos
?
Nace el gaucho y se hace viejo,
Sin que mejore su suerte,
Hasta que
por ahi la muerte
Sale a cobrarle el pellejo
349
Pero como no hay desgracia
Que no acabe alguna vez,
Me
aconteció que después
De sufrir tanto rigor,
Un amigo, por favor,
Me
compuso con el Juez.
350
Le alvertiré que en mi pago
Ya no va quedando un
criollo:
Se los ha tragao el hoyo,
O juido o muerto en la
guerra;
Porque, amigo, en esta tierra
Nunca se acaba el
embrollo.
351
Colijo que jué por eso
Que me llamó el Juez un día,
Y
me dijo que quería
Hacerme a su lao venir,
Y que dentrase a servir
De
soldao de polecía.
352
Y me largó una proclama
Tratandome de valiente;
Que yo
era un hombre decente,
Y que dende aquel momento
Me nombraba de
sargento
Pa que mandara la gente.
353
Ansí estuve en la partida,
Pero ?qué había de
mandar?
Anoche al irlo a tomar
Vide güena coyontura,
Y a mí no me gusta
andar
Con la lata a la
cintura.
..............................................................
354
Ya conoce, pues, quién soy;
Tenga confianza
conmigo:
Cruz le dio mano de amigo,
Y no lo ha de abandonar;
Juntos
podemos buscar
Pa los dos un mesmo abrigo.
355
Andaremos de matreros
Si es preciso pa salvar;
Nunca
nos ha de faltar
Ni un güen pingo pa juir,
Ni un pajal ande dormir,
Ni
un matambre que ensartar.
356
Y cuando sin trapo alguno
Nos haiga el tiempo
dejao,
Yo le pediré emprestao
El cuero a cualquiera lobo,
Y hago un
poncho, si lo sobo,
Mejor que poncho engomao.
357
Para mí la cola es pecho
Y el espinazo es cadera
Hago
mi nido ande quiera
Y de lo que encuentro como;
Me echo tierra sobre el
lomo
Y me apeo en cualquier tranquera.
358
Y dejo rodar la bola,
Que algún día se ha de
parar...
Tiene el gaucho que aguantar
Hasta que lo trague el hoyo,
O
hasta que venga algún criollo
En esta tierra a mandar.
359
Lo miran al pobre gaucho
Como carne de cogote:
Lo
tratan al estricote
Y si ansí las cosas andan,
Porque quieren los que
mandan,
Aguantemos los azotes.
360
!Pucha! si usté los oyera,
Como yo en una
ocasión
Tuita la conversación
Que con otro tuvo el Juez;
Le asiguro que
esa vez
Se me achicó el corazon.
361
Hablaban de hacerse ricos
Con campos en la
fronteras,
De sacarla más ajuera,
Donde habia campos baldidos
Y llevar
de los partidos
Gente que la defendiera.
362
Todos se güelven proyetos
De colonias y carriles,
Y
tirar la plata a miles
En los gringos enganchaos,
Mientras al pobre
soldao
Le pelan la cucha... !ah, viles!
363
Pero si siguen las cosas
Como van hasta el
presente,
Puede ser que redepente
Veamos el campo disierto,
Y
blanquiando solamente
Los güesos de los que han muerto.
364
Hace mucho que sufrimos
La suerte reculativa
Trabaja
el gaucho y no arriba
Porque a lo mejor del caso,
Lo levantan de un
sogazo
Sin dejarle ni saliva.
365
De los males que sufrimos
Hablan mucho los
puebleros,
Pero hacen como los teros
Para esconder sus niditos:
En un
lao pegan los gritos
Y en otro tienen los güevos.
366
Y se hacen los que no aciertan
A dar con la
coyontura:
Mientras al gaucho lo apura
Con rigor la autoridá,
Ellos a
la enfermedá
Le están errando la cura.
XIII
MARTIN FIERRO
367
-Ya veo que somos los
dos
Astillas del mesmo palo:
Yo paso por gaucho malo
Y usté anda del
mesmo modo;
Y yo, pa acabarlo todo,
A los indios me refalo.
368
Pido perdón a mi Dios
Que tantos bienes me hizo,
Pero
dende que es preciso
Que viva entre los infeles,
Yo seré cruel con los
crueles:
Ansi mi suerte lo quiso.
369
Dios formó lindas las flores,
Delicadas como son;
Le
dió toda perfeción
Y cuanto él era capaz,
Pero al hombre le dió
más
Cuando le dio el corazón.
370
Le dió claridá a la luz,
Juerza en su carrera al
viento,
Le dió vida y moviumiento
Dende la águila al gusano;
Pero más
le dio al cristiano
Al darle el entendimiento.
371
Y aunque a las aves les dió,
Con otras cosas que
inoro,
Esos piquitos como oro
Y un plumaje como tabla
Le dió al hombre
mas tesoro
Al darle una lengua que habla.
372
Y dende que dio a las fieras
Esa juria tan
inmensa,
Que no hay poder que las venza
Ni nada que las asombre,
?Que
menos le daría al hombre
Que el valor pa su defensa?.
373
Pero tantos bienes juntos
Al darle, malicio yo
Que en
sus adentros pensó
Que el hombre los precisaba
Que los bienes
igualaba
Con las penas que le dió.
374
Y yo empujao por las mías
Quiero salir de este
infierno:
Ya no soy pichón muy tierno
Y sé manejar la lanza,
Y hasta
los indios no alcanza
La facultá de Gobierno
375
Yo sé que allá los caciques
Amparan a los
cristianos,
Y que los tratan de
Cuando se van por su
gusto.
!A qué andar pasando sustos...!
Alcemos el poncho y
vamos.
376
En la cruzada hay peligros,
Pero ni aun esto me
aterra:
Yo ruedo sobre la tierra
Arrastrao por mi destino;
Y si erramos
el camino...
No es el primero que lo erra.
377
Si hemos de salvar o no,
de esto naides nos
responde;
Derecho ande el sol se esconde
Tierra adentro hay que
tirar;
Algun día hemos de llegar...
Despues sabremos a
dónde.
378
No hemos de perder el rumbo:
Los dos somos güena
yunta.
El que es gaucho ve ande apunta
Aunque inora ande se
encuentra;
Pa el lao en que el sol se dentra
Dueblan los pastos la
punta.
379
De hambre no pereceremos,
Pues, sigún otros me han
dicho,
En los campos se hallan bichos
De los que uno necesita...
Gamas,
matacos, mulitas
Avestruces y quirquinchos.
380
Cuando se anda en el desierto
Se come uno hasta las
colas;
Lo han cruzao mujeres solas
Llegando al fin con salú,
Y ha de
ser gaucho el ñandú
Que se escape de mis bolas.
381
Tampoco a la sé le temo;
Yo la aguanto muy
contento;
Busco agua olfatiando el viento
Y, dende que no soy
manco,
Ande hay duraznillo blanco
Cavo, y la saco al
momento.
382
Allá habrá siguridá
Ya que aquí no la tenemos;
Menos
males pasaremos
Y ha de haber grande alegría
El día que nos
descolguemos
En alguna toldería.
383
Fabricaremos un toldo,
Como lo hacen tantos otros,
Con
unos cueros de potro,
Que sea sala y sea cocina.
!Tal vez no falte una
china
Que se apiade de nosotros!
384
Allá no hay que trabajar,
Vive uno como un señor;
De
cuando en cuando un malón,
Y si de él sale con vida,
Lo pasa echao panza
arriba
Mirando dar güelta el sol.
385
Y ya que a juerza de golpes
La suerte nos dejó a
flus
Puede que allá veamos luz
Y se acaben nuestras penas:
Todas las
tierras son güenas;
Vamosnós, amigo Cruz.
386
El que maneja las bolas,
El que sabe echar un pial
Y
sentarsele a un bagual
Sin miedo de que lo baje,
Entre los mesmos
salvajes
No puede pasarlo mal.
387
El amor como la guerra
Lo hace el criollo con
canciones;
A mas de eso en los malones
Podemos aviarnos de algo;
En fin
amigo, yo salgo
De estas pelegrinaciones.-
388
En este punto el cantor
Buscó un porrón pa
consuelo,
Echó un trago como un cielo,
Dando fin a su argumento;
Y de
un golpe el instrumento
Lo hizo astillas contra el suelo.
389
-Ruempo -dijo-, la guitarra,
Pa no volverme a
tentar;
Ninguno la ha de tocar,
Por siguro tengaló;
Pues naides ha de
cantar
Cuando este gaucho cantó.-
390
Y daré fin a mis coplas
Con aire de relación;
Nunca
falta un preguntón
Más curioso que mujer,
Y tal vez quiera saber
Como
jué la conclusión.
391
Cruz y Fierro de una estancia
Una tropilla se
arriaron;
Por delante se la echaron
Como criollos entendidos,
Y pronto
sin ser sentidos
Por la frontera cruzaron.
392
Y cuando la habían pasao,
Una madrugada clara
Le dijo
Cruz que mirara
Las últimas poblaciones,
Y a Fierro dos lagrimones
Le
rodaron por la cara.
393
Y siguendo el fiel del rumbo
Se entraron en el
desierto,
No sé si los habrán muerto
En alguna correría,
Pero espero
que algun día
Sabré de ellos algo cierto.
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Y ya con estas noticias
Mi relacion acabé;
Por ser
ciertas las conté,
Todas la desgracias dichas:
Es un telar de
desdichas
Cada gaucho que usté ve.
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Pero ponga su esperanza
En el dios que lo formó;
Y
aquí me despido yo
Que he relatao a mi modo
Males que conocen
todos,
Pero que naides contó.
- FIN -