"Cuando conocí a Evita, no me atrajo en ella la mujer hermosa, sino la mujer buena. Cierto, pues ella reunía los dos extremos: belleza y bondad".
"Instintivamente me percaté de que para la obra social proyectada, la colaboración de una mujer de ese temple podría ser inapreciable".
"Siempre he intentado tener colaboradores con sentido de la responsabilidad asumida, pero también con sentimientos, desde el momento en que la cosa pública no se maneja con computadoras".
"Desde el comienzo, me di cuenta que estaba frente a un ser extraordinario".
"Ella... le ha dado a este movimiento peronista una nueva orientación, una mística y una capacidad de realizaciones en el campo político, que ha puesto a la mujer casi a la par del antiguo movimiento cívico argentino... Ella me ha informado al día de las inquietudes del pueblo argentino. Ella ha tenido, con su tino maravilloso, fue guarda de mis propias espaldas.".
"Vino del pueblo y fue hacia el pueblo, dando su vida para llevar la felicidad a los niños y ancianos, a los humildes y a los esperanzados. Donde hubo una reivindicación que conquistar o un privilegio que abatir, allí estuvo sin cálculos ni vacilaciones, corazón firme y mano firme. Que su recuerdo no llegue envuelto en llanto sino en canciones de esperanza, mientras resuena su nombre para movilizar una juramentada voluntad argentina dispuesta a defender esta tierra y este pueblo que ella amó.".